viernes, 21 de junio de 2013

Soy Latinoamericano (1)

Soy latinoamericano
(Primera parte)

Por: Francisco A.Castillo
Presiente- OLA
   Me gusta ser latino dijo, en una de sus declaraciones a los medios de comunicación, el jovencito Sebastián De la Cruz (El Charro de Oro), quien luego de cantar el himno de los EE.UU., en una ceremonia deportiva, motivó comentarios racistas, en las redes sociales.

   No nos sorprende este tipo de reacciones o actitudes de una sociedad donde el racismo sigue siendo parte de la identidad de esta gran nación, considerada como la mas poderosa del mundo, gracias al conglomerado de inmigrantes procedentes de los 5 continentes, incluido con mayor preponderancia, el americano.

  
   Esta actitud racista, menguada en gran parte por el gran defensor de los derechos civiles, Martín Luther King jr., y casi silenciada con la elección de un presidente de origen afro-americano, Barak Obama, se niega a desaparecer de la mente de ciertos anglosajones, con poder político y económico, más aún, en estos momentos cuando se trata de incluir a la sociedad americana, a mas de once millones de inmigrantes, con una ley de reforma migratoria.

   A esta tierra de los “amerindios“, considerada por algunos autores como un término incluyente, tanto a los indígenas del continente americano antes del inicio del proceso de mestizaje con poblaciones europeas y africanas, como a sus descendientes modernos, llegaron de Europa los llamados anglosajones, para luego autodenominarse americanos, así directo, sin prefijos ni sufijos.

   Luego vinieron los africanos a quienes se les llama afro-americanos. De Asia hicieron lo propio, y se les denomina asiático-americanos y así sucesivamente, con los que vinieron de otros continentes. Como es de notar, en ninguno de los casos se les asigna tales denominaciones, no por el idioma que poseen originariamente, ni por el lugar o país de procedencia, como por ejemplo Camerún-americano o japonés-americano.

   En cambio, con los inmigrantes de la misma America, que emigran desde las Patagonia hasta el Río Bravo, sucede todo lo contrario y algo excluyente. Se quita de manera tajante el sufijo americano no obstante a que geográficamente y continentalmente pertenecemos a esta gran porción del globo terráqueo, conocida en su génesis como la “Tierra Prometida“, pero luego denominada America, en recuerdo al navegante italiano Américo Vespucio, quien controversial e históricamente deja de lado a Cristóbal Colon, el otro navegante, quien realmente descubrió América?.

   Consideramos muy necesario recordar brevemente, estos acontecimientos históricos, para empezar a deslindar o definir qué o quiénes somos realmente, hispanos o latinos y por qué no latinoamericanos o hispanoamericanos, para ser considerados o denominados, con propiedad y justicia, tal como se han hecho con inmigrantes de otros continentes foráneos, pero al fin y al cabo, inmigrantes que llegaron a este continente porque, realmente, la consideraban como la tierra prometida , o como la tierra de las grandes oportunidades, para lograr el “sueño americano“.

   En el siguiente capitulo nos centraremos en resaltar la importancia de la diversidad cultural, en el desarrollo de esta gran nación Estadounidense. Por ahora, rechacemos tajantemente actitudes racistas, como las que acaban de cometerse en contra de un niño de procedencia latina, pero nacido en EE.UU., quien orgullosamente puede cantarle a los cuatros vientos: “soy latino-americano”.

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